Una vez más el misticismo y el frío del vetusto Fenway Park fue testigo de una gran juego de pelota, el primero de la 114 edición de la Serie Mundial, en la que el equipo local de los Medias Rojas de Boston dominaron con un contundente marcador final de 8-4 frente a los Dodgers de Los Angeles.
El partido tuvo varios protagonistas, pero el más destacado y que definió fue el bate explosivo del emergente dominicano Eduardo Núñez que en la parte baja de la séptima entrada, con el parcial de 5-4 a favor de los Medias Rojas, pegó cuadrangular de tres carreras que sentenciaron la victoria del equipo de Boston.
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El jardinero Andrew Benintendi y el bateador designado de origen cubano J.D. Martínez también lucieron explosivos con el bate en el primer duelo del Clásico de Otoño, ante unos Dodgers que además pasaron penurias para descifrar las peculiaridades de un Fenway donde no juegan a menudo.
Benintendi pegó cuatro imparables, y Martínez impulsó dos carreras en el comienzo del duelo durante una noche fría y con mucho viento después que horas antes había caído una fuerte tormenta de lluvia, que finalizó cuando salió el arco iris.
Si la labor ofensiva de Benitendi y Martínez fue destacada, sería el batazo de Núñez el que permitió que Boston pusiera al fin más tierra de por medio respecto de sus rivales, sin darles ya la oportunidad a la remontada.
El bullpen de Boston realizó después una buena labor, luego que el duelo entre los abridores zurdos Chris Sale y Clayton Kershaw resultó decepcionante. Ninguno de los dos ases tuvo una buena noche.
Desde el inicio, el Fenway causó todo tipo de problemas a los Dodgers.
El jardinero derecho Mookie Betts inauguró el duelo con un globo que el primera base David Freese no puto capturar. El inicialista se extravió en la estrecha zona de foul cerca del graderío.
En medio de su distracción, la pelota terminó cayendo detrás de él. No aterrizó en terreno bueno, pero el desaguisado le privó de un out.
Ya se sabe que esas jugadas en el béisbol pueden ser muy costosas y con una segunda oportunidad, Betts bateó una línea de sencillo que dejó la escena lista para dos carreras en la primera entrada.
"Era importante para nosotros anotar primero y ejercer algo de presión sobre ellos", declaró Betts. "Esto fue lo que mantuvimos durante todo el partido y resultó".
En el séptimo capítulo, el jardinero izquierdo Joc Pederson lució dubitativo al perseguir un globo de Benintendi. Corrió hacia las butacas que sobresalen cerca de la línea de foul. La pelota cayó de su guante, para un doblete.
Otro error aun más costoso para los Dodgers porque Núñez, de 31 años, un veterano y profesional excepcional que sabe aprovechar mejor que nadie las oportunidades que recibe, conectó el batazo clave en un duelo que estaba 5-4.
El frío tampoco les cayó bien a los Dodgers. Mucho menos la hostilidad del público, que llenaron las gradas con una asistencia de 38.454 espectadores.
Seguirán buscando al mejor
Con su estructura angulada, el parque se convirtió en una cámara de resonancia para los gritos del público, incluso antes del primer pitcheo.
"¡Venzan a Los Ángeles!", fue una de las consignas más socorridas. Otras hicieron mofa de Kershaw. Y el dominicano Manny Machado, villano favorito de estos playoffs, escuchó abucheos toda la noche.
El campocoroto arubeño Xander Bogaerts bateó un rodado de out que dio la delantera a los Medias Rojas en el quinto episodio, y el tercera base dominicano Rafael Devers siguió con un sencillo productor que puso la pizarra con el parcial de 5-3 después que el equipo de Boston ocupó las almohadillas.
Después de que Machado conectó un elevado de sacrificio en el séptimo capítulo para su tercera remolcada, Núñez conectó su vuelacerca por encima del Monstruo Verde, en la parte baja del episodio contra el relevista Alex Wood.
Desde el montículo, la victoria se la acreditó el relevista Matt Barnes (1-0) que trabajó el quinto episodio al quitarle la pelota al abridor Chris Sale, permitiendo un imparable sin carreras.
Por los Dodgers el bateador designado Matt Kemp (1) hizo volar la pelota en el segundo episodio sin corredores en el camino contra Sale, que se fue sin decisión después de cuatro entradas.
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La derrota la cargó Kershaw (0-1), que hizo su debut en el Fenway Park, y tuvo siempre problemas con el control de sus lanzamientos, en una actuación decepcionante.
Kershaw trabajó cuatro entradas completas, permitiendo castigo de siete imparables y cinco carreras limpias, dio tres boletos gratis y retiró a cinco bateadores rivales por la vía del ponche.
El segundo partido también tendrá duelo de abridores cuando mañana, miércoles, David Price abrirá por Boston, frente al surcoreano Hyun-Jin Ryun. Será apenas la tercera Serie Mundial en que los dos abridores de los dos primeros juegos son zurdos. Ocurrió por primera vez en 1963 y la segunda fue 10 años después (1973).